domingo, 5 de julio de 2009

Manzanares: La escultura de una hoguera

Nadie puede definir el arte ni ser portavoz de la magia del toreo, pero si alguien esta cerca de este abstracto concepto ése es Manzanares. No se sabe a ciencia cierta si nació en la calle Betis o en la Alameda de Hércules, pero este torero es de aquí de forma natural o adoptado y claro Sevilla nunca olvida a sus hijos predilectos. Para contar la historia de cómo volvió a enamorar esta bendita tierra tendría que retrotraerme a la última faena de la tarde de ayer, la más esperada por sorpresiva y triunfal de las que nos han acontecido en la Maestranza hasta la fecha.

Aquel sexto toro de la tarde de nombre “Pañero” nos engañó a todos desde el primer puyazo. Parecía muy claro pero no era así sólo era un pose superficial y liviano de un gran perdedor. Hipócritamente tomó con fijeza y empuje anormal la vara del picador, para más tarde cantar lo que diría el famoso Gallo de Morón, pies para que os quiero. Moraleja, hay que huir del caballo como de la peste los moribundos, se dijo el toro. Pronto nos aclara Trujillo que el mejor pitón del toro es el izquierdo, José Mari lo sabe bien pero aguarda el preciso momento. No me lo explico, como toreó de bien el Manzana, parecía que horas antes de la corrida alguien debió leerle la cartilla con frases como:¡ Lo del viernes que no se repita!, ¡Tú eres torero siempre y no de tarde en tarde, cuidado y que no te encasillen!, ¡Rompe la feria que la Maestranza te espera!. Manzana que es un torero muy abúlico, depende de su estado de ánimo en cada corrida y para romper con todo ello no sólo escuchó a las musas, sino que se las trajo consigo escondidas en la sobra de su capote. Su figura era la escultura de una hoguera.

¿Acaso también pudo motivar su actuación la presencia en primera fila del toreo puro y auténtico del gran clásico de los toros, más conocido por El Juli? No lo sé y creo que no debiera de importarnos a tenor de aquel comienzo tan inspirador, rodilla en tierra, como el que conquista una tierra virgen para hilvanar un par de series en redondo donde cada muletazo era fácilmente superado en largura, empaque y temple por el inmediatamente posterior. La izquierda no se hace esperar tampoco, y nos invita a degustar el toreo al natural sin aditivos, colorantes ni conservantes, es la torería personificada en un hombre joven ardiendo entre ramas de olivo. En una muleta su figura crece cinco metros y ya nadie nos intimida más que él, ni el toro ni la noche, es el oráculo de la fiesta. No es posible su cintura se adelanta, cruje y se mece por un instante como un barco en alta mar, rompiendo las oleadas del ingobernable animal bajo su imperial avance. Manzanares gobierna la suerte, guía la oscuridad y desemboca en un apasionante viaje de ida y vuelta a la maestría y clarividencia de un toreo angelical. En él todo es finura y gravedad, por el aire lleva al toro embebido en su muleta y por la tierra a golpe de timón, nos clava hasta las profundidades con un trincherazo llenos de sabor añejo, es el olor a leña quemada, a cera derretida a la vera de unos pies descalzos.

El público de Sevilla de nuevo ha sucumbido al toreo de Manzanares, ya no lo ven foráneo, ni tampoco como el hijo de su padre, ni como el torero pinturero, ni como representante del toreo clásico, ni como la esperanza de una generación que ha roto moldes de fundir toreros, sino al hombre que juega con el toro como se vive en esta ciudad, en constante ensoñación.

La luz de Manzanares es especial cuando sonríe, su alegría es la alegría compartida de un pueblo que ve reflejarse en él sus propias aspiraciones toreras, ya no es cuestión de huir de la rutina sino de abrir caminos en donde la majestad, no esta en la forma sino en el fondo de enfrentarse a la muerte, es la última respuesta a este bello arte del toreo. ¡El que le hubiera gustado ser Manzanares en la tarde de ayer que levante el brazo! No habría brazos en toda la plaza de Sevilla para vivir un solo instante de aquella gloria robada por el fuego de nuestra memoria.

Ahora los viejos del Arenal cuentan que hasta la espada sintió vergüenza del brazo que lo portaba para hundirse como un disparo en el hoyo más negro del toro. Manzanares si tú no eres Sevilla que venga Dios y lo vea, aquí tienes a un partidario que apuntala con su pluma tu consagración en esta plaza.

Ignacio de Cossío www.josemariamanzanares.com

viernes, 3 de julio de 2009

Puerta Grande para Manzanares en Burgos

José María Manzanares ha salido en hombros del quinto festejo de abono de la Feria San Pedro de Burgos tras entender a la perfección a su segundo oponente, un toro noble y con clase aunque rajado al que ha sabido torear con alma y suavidad sobre ambos pitones.
Antes, lo había toreado con enjundia con lances a pies juntos a la verónica. Del conjunto ha sobresalido la largura, hondura y despaciosidad de algunos de sus muletazos sobre el pitón izquierdo y el remate de una buena estocada. El alicantino también pudo pasear un trofeo de su primer oponente, un animal noble que ha ido a más y al que ha cuajado dos buenas tandas en redondo en la parte final de la faena. El fallo con los aceros le impidió que su actuación resultara premiada con una oreja.

El festejo ha estado condicionado por la corrida de Antonio Bañuelos lidiada que ha tenido el denominador común de la nobleza y de la clase aunque en conjunto ha pecado de escaso fondo. El Juli cortó una oreja al primero de ellos después de una faena suficiente en la que a base de paciencia y técnica ha ido hilvanando una faena siempre a más en la que ha sido sscreto mayor su temple y su quietud.

Al cuarto, toreó muy despacio con el capote le ha enjaretado una faena dominadora y firme en la que ha estado por encima del animal más desclasado del encierro. Completó una tarde discreta Cayetano en la que en su primero saludó airoso a la verónica, un toro de bella estampa que tras un largo puyazo se ha venido abajo en el último tercio y ha imposibilitado que la labor tomara altura. En el último, ha vuelto a poner tesón frente a un animal noble con el que ha estado desafortunado con el acero.

Iñigo Crespo www.as.com

miércoles, 1 de julio de 2009

Vicente Amigo dedica un tema de su disco nuevo a Jose Mari Manzanares

El consagrado guitarrista Vicente Amigo ha dedicado un tema de su nuevo disco a José María Manzanares. El tema recibe el nombre de Azules y corinto, y en él las voces de Rafael de Utrera y Nani Cortés marcan aires de bulería con Vicente Amigo mostrando de nuevo su excepcional sentido del compás.El nuevo disco “es un disco de colaboraciones”, continúa Vicente Amigo. “Tenía las letras y he querido utilizarlas porque tienen mucho que ver conmigo. Todos los que han cantado en el álbum se han dejado el corazón y estoy feliz. Creo que hemos conseguido que cuando lo escuchas llegue muy dentro, que forme parte de tu vida. Algunas canciones están pensadas para ofrecer mi música a otro público, pero aunque a veces algunos ritmos huelan a pop, el que está detrás tocando soy yo, un flamenco. Y el flamenco es una forma de expresión, un sentimiento, no sólo tocar por soleá o por bulerías”.
Puede ver más sobre éste disco en el siguiente enlace:http://www.vicente-amigo.com/

http://www.josemariamanzanares.com/

martes, 30 de junio de 2009

Uno no es torero hasta que no recibes una cornada

José María Manzanares es un torero de imagen moderna, urbana, dinámica. Su sola presencia en las revistas de moda europeas sepulta los rancios y vetustos clichés que el planeta del toro despachó a la sociedad española del siglo XX. Torero dinástico en plena ebullición, de Manzanares dicen que es el «consentido» de Vista Alegre. Sucede que allá por agosto de 2004, entre la afición bilbaína y el diestro alicantino surgió el buen «rollito» de forma espontánea, natural.

-¿Esta campaña es la de la apuesta por los cosos de primera categoría?

No se trata de una apuesta concreta. Sucede que el año pasado no estuve en la feria de San Isidro y esta temporada no quería rehuir ninguna cita importante. Ninguna.

-¿Sobreponerse al toro medio sitúa a los toreros en categoría de figura?

-Siempre he pensado que para ser figura hay que estar bien y cortarle las orejas al medio toro. Con el malo nadie puede y al bueno, mejor o peor, lo torea todo el mundo. En mi caso concreto te puedo decir que tengo la mente muy clara, sin preocupaciones. Puedo permitirme el lujo de ser como soy. A lo mejor años atrás tenía más presión, estaba más preocupado por cortar las orejas y triunfar. No disfrutaba, estaba limitado, en cambio, ahora estoy libre de falsas ataduras, por lo que rindo mucho más frente al toro bueno, medio y malo.

-¿En el sur brota la vertiente más artística de su tauromaquia?-Es casualidad. ¿Se lo juro¿ (risas)

Sí que es verdad que los toros que me han tocado en las plazas del sur me han ofrecido la posibilidad de exhibir mi toreo más sentido, más profundo. Sin embargo, por el norte me han salido toros que por lo general me han presentado mayores dificultades... Entonces es cuando debes echar mano de la técnica. «El toreo no es valor»

-¿La cornada que sufrió en Alicante dio credibilidad a su trayectoria?

-Por duro que resulte reconocerlo, la verdad es que sí. Uno no es torero hasta que un toro te pega una cornada. Parece una tontería, pero la cornada de Alicante consolidó mi concepto de la tauromaquia y a mí, personalmente, como torero.

-¿Le asaltaron las dudas entonces?

-No... al ser la primera, los toros me habían dado muchas volteretas pero ninguna cornada, tenía la duda del qué me pasaría por la cabeza cuando me volviera a poner delante del toro. Y la verdad es que psicológica y físicamente respondí muy bien. Si te descuidas, reaparecí en mejor momento que cuando me cogió. Ojo, las cornadas dependen mucho del momento. Los toros te pueden coger diez u once veces y no pasar nada, y una, de repente, te puede hundir. Por fortuna, la cornada de Alicante me reforzó.

-¿Su faena al toro de El Ventorrillo en Toledo fue el punto de inflexión de la temporada de Manzanares?

-(Silencio)... Fue la ratificación de lo que venía anunciando. Es la faena donde más realizado me he sentido. También en la de Málaga. Pero para mi gusto, si atiendo a mis sensaciones internas, me quedo con la de Toledo. Desde luego fue un punto y a parte en mi carrera.

-¿Qué es vaciarse en una plaza?

-Algo extraordinario. Aunque lo tengas, el toreo no es valor. De verdad que no es una cuestión de cojones, ni de capacidad, ni siquiera de técnica. Con todos esos valores no puedes llegar a erizar el vello de los aficionados.

¿Es que estamos hablando de arte¿ El toreo es una obra que se crea en pocos minutos frente a animal que no sabes lo que te puede hacer, que incluso puede quitarte la vida... En definitiva, el toreo es la capacidad de crear belleza, crear emociones. Llega un momento en el que todo te da igual. No puedes pensar. Es difícil de comprender, pero es que es así. -Transmiten sus propias emociones.

-Sí. Cuando los toreros nos dejamos llevar por nuestros sentimientos es cuando llegamos al alma de las personas. Pero es igual en todas las expresiones artísticas.

¿Qué sucede cuando un cantante se rompe de verdad?

Pues con los toreros igual, con la particularidad de que nosotros nos jugamos la vida. Así fue y así será toda la vida.-Volviendo al valor.

¿Cuanto más preparado, más valor tiene el torero?

-Influye. El valor te lo da Dios. Cada persona tiene una cuota de valor. Unos más y otros menos, pero todos tenemos algo. Ahora bien, ese valor lo puedes incrementar. Es increíble, pero cuando te preparas físicamente coges seguridad y fortaleza mental. Hay que educar al cuerpo y a la mente para soportar las exigencias que impone el toro. -Su padre afirma que figura del toreo es quien manda... y le obedecen.

¿Va camino de convertirse en figura?

-Más que al hecho de obedecer, creo que mi padre se refería al respeto de todos los compañeros.

¿Es tan importante ser un modelo a seguir¿

Para ser figura del toreo y mandar hay que reunir infinitas cualidades, además de convertirte en espejo de toreros. Es importante que te admiren, que se quieran parecer a ti. Ser torero de toreros.

-¿Se siente el torero «consentido» de la afición y un nutrido sector de la crítica taurina?

-No. Si que hay aficiones con las que tengo una afinidad especial, por ejemplo, la de Bilbao. Tenemos un «rollito» muy especial. Fue la primera plaza en la que me sentí torero. Y no es habitual. También me pasa con la afición de la Monumental de México. Pero la primera vez que sentí ese buen rollo fue aquí. «Envidia sana»-Esta temporada ha participado en varios 'mano a mano'.

¿Les faltó competitividad, sal y pimienta?

-No. Sinceramente lo de los quites lo veo una auténtica tontería. Cuando un torero hace un quite es para reventar la plaza, no al compañero. No puede ser que hagas un quite medio enganchado, a regañadientes... Cuando sales a hacer un quite a un toro de un compañero tiene que ser redondo, perfecto. No valen las medias tintas. Lo de la rivalidad entre toreros es una tontería. La verdadera rivalidad hay que demostrarla con el toro. Y sobre todo en el tercio de muleta. Lo que de verdad me importa es que el toro me dure hasta el último tercio y no una tonta rivalidad en quites.

-Tanto El Juli como Castella destacan su forma de ser. ¿Compañerismo y competitividad están reñidos?

-Para nada. Entiendo que en la plaza cada torero vela por sus propios intereses. Así fue, es y será. Pero eso no impide que te comportes como una buena persona y que ayudes a los compañeros. Yo intento que ellos estén a gusto conmigo, que sientan mi apoyo y mi admiración. Soy el primer seguidor de muchos de mis compañeros, sobre todo de los dos que ha nombrado. Entre los toreros existe envidia sana pero yo no le deseo el mal a nadie.

-¿Es de los que grita 'ole' a sus compañeros?-

Claro. No sirvo para ocultar mis sentimientos. ¿Sobre todo cuando un tío se está jugando la vida! -Tras el corte de temporada de Morante de la Puebla, aceptó una de sus sustituciones aquí.

¿Por qué?

-Ni lo dudé. Bilbao es un plaza de mucha responsabilidad, donde sale un toro muy serio... Pero no me pesa. Vengo muy a gusto. Sé que a la mínima que se deslice un toro, la gente lo va a saber valorar.

-¿No tiene suerte en Bilbao?

-La verdad es que no he tenido la suerte de cuajar un toro como yo sé en Bilbao. Los que he lidiado en Vista Alegre siempre tenían complicaciones. No pido un toro extraordinario, sólo que me embista veinte veces de verdad.

-¿Lo veremos salir por la puerta grande de Vista Alegre?

-Hay que cortar las dos orejas!

http://www.suertematador.com/

El otro Manzanares

Una muestra fotográfica retrata al diestro fuera y dentro del ruedo

Durante un mes, el diestro alicantino José María Manzanares se dejó retratar junto a su cuadrilla por el objetivo de la fotógrafa francesa Joséphine Douet. Dentro y fuera de los ruedos. Antes de salir a la arena, durante los viajes, los momentos de tensión y los de ocio. Como resultado, la exposición que ayer se inauguró en el Centro Municipal de las Artes de Alicante, donde permanecerá hasta el día 30.

"Esta exposición quedará para la historia de mi vida y de mi cuadrilla", aseguró el torero durante la inauguración, en la que estuvo acompañado por sus hermanas y su novia, Rocío Escalona. "Aconsejo mirar cada foto con tiempo para ver lo que hay detrás de cada una realmente -afirmó el matador de toros-, porque tienen mucha fuerza y expresividad".

http://www.diarioinformacion.com/